Comunistas, no gracias.

Parece ser que según las últimas encuestas publicadas Podemos podría ser la primera o segunda fuerza política en intención de voto. Siendo este asunto grave, lo más grave es la forma en que muchos españoles deciden su voto, debe ser con el estómago, ni siquiera con el corazón y, desde luego, mucho menos con el cerebro. Están haciendo la mayoría de medios de comunicación españoles, sobre todo las televisiones, una campaña descarada en favor de ese partido, ellos sabrán por qué. El hecho es que si sólo nos guiásemos por lo que dicen las televisiones parecería que la única alternativa que hay en España al mapa político vigente sería Podemos. Eso, evidentemente, no es cierto, pero hay un problema, hay mucha gente en este país cuyo cerebro no logra ir más allá de lo que le indiquen los mensajes recibidos desde la caja tonta.

No aprendemos, y no aprenderemos en la vida, un atentado con casi 200 muertos cambió la intención de voto de millones de personas y convirtió a un tal Jose Luis Rodriguez Zapatero en presidente. Si hoy hiciéramos una encuesta por la calle el resultado sería que no le habría votado nadie, porque hoy nadie reconoce haber votado en ningún momento de su vida a ese elemento, ¿cuanto tiempo tardaría en pasar lo mismo con los votantes de Podemos? Me temo que menos todavía, me temo que al poco tiempo de vencer unas elecciones muchos se acabarían arrepintiendo.

Podemos es comunismo, del comunismo pocas novedades nos podemos esperar. Ha habido a lo largo de la historia muchos gobiernos comunistas, y los hay actualmente. Todos sabemos como acabaron los antiguos y todos sabemos como están los actuales. Votar comunismo no es votar a lo desconocido, no es probar a ver que tal funciona, es votar a una ideología ya absolutamente probada de la que están más que demostradas muchas cosas, la primera la gran represión que trae consigo. A pesar que muchos exiliados de países que un día pasaron por una situación similar a la nuestra nos avisan, desde aquí se hacen oídos sordos. ¿No resulta curioso, para empezar, que desde un partido, evidentemente comunista, la palabra comunista no se pronuncie nunca? Por algo será.

Yo, por supuesto, no puedo influir ni decidir por nadie, no soy comunista, pero desde ya dejo clara mi posición con respecto a ese probable gobierno comunista, yo estaré en la oposición más absoluta contra ellos. Seguro que habrá mucha más gente que también lo hará, pero mi oposición no comenzará cuando comiencen ellos a gobernar, mi oposición ha comenzado desde hace mucho tiempo, desde el primer día que abrieron la boca. La verdad no entiendo a toda esa gente convencida de Podemos, no son nuevos, son demasiado viejos ya, que lean la historia y, si aún así, no se convencen, ellos mismos, que se atengan a las consecuencias, pero después no tendrán mucho derecho a quejarse. Sólo si, como con Zapatero, tienen que esconder su voto en el futuro.