Muchacha de Rivas busca cerebro

Ella y su ex-novio han sido como el descubrimiento de la temporada a todos los niveles. Por supuesto me refiero a Tania, la mujer más valiente que conozco y a la que más admiro y Pablo, el hombre que lo cambió todo y al que más admiro. Llevan un año que se les podría haber cambiado los nombres y haberles llamado la cebolla y el ajo, que tienen que estar en casi todas las salsas.

Que hay un programa político de debate, allá que van ellos. Que hay un mitin de comunistas trasnochados, allá que tienen que estar ellos representando, a pesar de su edad, al comunismo más rancio que nos podamos imaginar. Que hay que hablar de alguna serie, allá que van ellos también. Revistas, periódicos, documentales, prensa del corazón, entrevistas en sofás; este año nos hemos encontrado a la parejita hasta en la sopa.

Parece que siempre tienen algo interesante que decir, aunque al final no digan casi nada. Son buenos comunicadores, se expresan muy bien en público aunque la mayoría de las veces si apartas toda la paja de lo que han dicho no queda casi nada de grano. Pero todo eso pasa menos cuando se trata de hablar de sus políticas favoritas: la del intervencionismo y la vida subvencionada. Cuando se trata de coartar libertades, sobre todo si son ellos los que gobiernan, o proteger a quien vive de la subvención pública eterna, eso se les da de maravilla; ahí si que se les entiende a las mil maravillas. De otras cosas no sabrán, pero de vivir del "sangrado" del trabajo de los demás saben más de la cuenta. 

Tania no lleva, de todas formas, una temporada demasiado brillante que digamos, con el asunto de su hermano y el de Izquierda Unida se le ha visto demasiado el plumero. Como será que hasta los de Izquierda Unida se han dado cuenta de ello, ya que sólo ven la paja en el ojo ajeno. 

Es tal el lío que tiene que la última perla que ha soltado la moza es de las de nota: "el autónomo es una especie de autoexplotador de si mismo". Claro bonita, se nota que no estás demasiado acostumbrada a tener que buscarte la vida. El asunto, "eminencia", es que el autónomo si no trabaja no come, al contrario que tú, que comes perfectamente tocándote la barriga todo el día gracias, entre otras cosas, a que el autónomo se autoexplota.

Esta chica cada vez que abre la boca últimamente es para decir una sandez, debe ser que se gusta demasiado y ya quiere adornarse. Pues deja de adornarte tanto, ricura, y trata de no decir tantas sandeces porque ya que vas a seguir chupando del bote, queramos o no, por lo menos trata de pasar un poco desapercibida.