Las mentiras decepcionan más

La escena vivida entre la canciller alemana Angela Merkel y la niña adolescente palestina que le pidió asilo político durante un programa de televisión es una de las escenas más emotivas que yo he visto últimamente protagonizada por algún político. La entereza de la niña, su saber estar y su solicitud directa a la canciller Merkel, con sus trece años, es una de esas cosas que te dejan helado y te producen un inmenso sentimiento de compasión y de ternura hacia esa niña y su familia por su gran sufrimiento y padecimiento.

Partimos de una base, nadie de los que estaban allí eran culpables de la situación de esta familia y de eso era perfectamente consciente la niña cuando solicitó a Merkel su ayuda. Dudo mucho que la señora Merkel pase muchas veces por situaciones igual de comprometidas que esa, ¿como decirle que no? Creo que decirle que no a esta niña y explicarle que detrás de ella había millones de refugiados esperando lo mismo de la canciller alemana ha debido ser mucho más difícil que negociar el rescate griego o cualquier otro asunto de la UE. 

Para mi la reacción de la señora Merkel y su respuesta es como para quitarse el sombrero, evidentemente sorprendida e impactada por la pregunta le explicó a la niña los motivos por los que ella no podía ayudar a esa niña y a su familia directamente. Pero hay algo que me gustó más de la reacción de Merkel, su ternura al ir a consolar a esta niña después de romper a llorar ante el evidente mazazo que una respuesta así suponía tanto para sus aspiraciones como para las de su familia.

Ha sido muy criticada Merkel por esta reacción y por no ayudar a la familia, pero su reacción es la de una líder político, y sobre todo una persona, honesta y consecuente consigo misma. Merkel, en su posición, no puede ayudar exclusivamente a una familia, ¿por qué no al resto? ¿Por qué no a todas? ¿Por que no han tenido la suerte de coincidir con ella en un programa de televisión? 

¿Por qué es criticada entonces? ¿Acaso somos todos medio imbéciles y necesitamos que nos cuenten cuentos aun sabiendo que son mentira y que son imposibles de realizar? Me temo que es esto último y me temo que ese es el gran motivo por el que crece tanto el populismo. Me temo que lo que pasa es que hay mucha gente necesitada de escuchar sólo lo que le gusta y no lo que no le gusta. Me temo que hay mucha gente que prefiere la bonita mentira a la verdad aunque duela. Me temo que hay mucha gente que quiere que el sufrimiento de su vida se lo solucionen otros y ellos vivir sólo la parte bonita. Me temo que hay mucho tonto.

Pues que aprenda toda esta gente de la inteligente y adulta reacción de la niña tras este episodio justificando a Merkel y agradeciendo su atención. Claro, esta niña con su corta edad ya ha sufrido mucho más de lo que ha sufrido algún pamplinas crítico con Merkel y que probablemente triplique, como mínimo, la edad de esta niña. Gente acostumbrada a tenerlo todo mucho más fácil y a mover el culo sólo si el culo que se mueve es el de otro, gente solidaria de sofá.