Que no quiero cambiarme a Jazztel @jazztel_es

Si hay alguien que puede entender perfectamente el trabajo de un comercial o telefónico o presencial soy yo puesto que llevo durante muchos años dedicándome a comercializar productos y, además, de forma autónoma. A mi me gusta vender como al que más y me gusta sobre todo que la gente me conteste a mis ofertas puesto que yo ofrezco mi producto, sobre todo, a quien me lo pide, a quien está interesado. Es muy común, y a mi me molesta mucho, que alguien te pida un presupuesto de tu producto y ni siquiera te conteste, aunque sea para decirte que no; parece mentira, pero es así. El "no" forma parte de la venta y yo tengo completamente asumido un no, lo que no asumo es la no respuesta porque eso es, para mi, un trabajo no acabado, el trabajo finaliza o con el si o con el no, si no contestas no te quejes entonces si te llamo para preguntar.

Pero si me contestan "si" o "no", no entra en mi cabeza el seguir dando la murga a la gente por teléfono, así actúan las compañías telefónicas en este país y principalmente Jazztel. En cierta ocasión ya era tal la persecución en una misma semana que la última llamada que recibí, viernes a las 21:30 h., ya me enfadé de verdad y empecé a despotricar y pedir nombres, pudieron con mi paciencia puesto que además no me pareció esa una hora apropiada para llamar a nadie a venderle nada. En menuda hora se me ocurrió hacer eso, las voces de las personas que llamaban era sudamericanas, después de colgar me llamarían unas quince veces más y cachondeándose de mi; ¿no querías café? Pues toma, tres tazas.

No ha habido forma después de conseguir quejarme ante nadie, en Twitter me quejé en la cuenta de Jazztel, pero ni caso, me pidieron que enviara mi teléfono por mensaje directo y la cosa sigue igual.

Las ventas no están bien para nadie y en un sector como el de la telefonía me imagino que habrá una guerra encarnizada, pero yo tengo algo muy claro: con mi experiencia con Jazztel no contrataría con ellos ni aunque me lo regalaran. Hay que ser un pelín más educado y más profesional con tu trabajo. Gente como esa hace que el trabajo comercial esté tan mal visto en este país cuando es, además, uno de los trabajos más duros e ingratos que existen. Está tan mal visto el trabajo comercial que todos creen que lo puede hacer cualquiera. Bueno, pues que pruebe "cualquiera" a ver cuanto dura, como por ejemplo mis amigos de Jazztel que se han cerrado las puertas de mi casa de por vida.