Yo no me avergüenzo de nuestra historia y tradiciones

Yo soy una persona que recurre a los refranes con facilidad, hay dos refrenes a los que hoy en día no se les está dando la suficiente importancia, y que la tienen, vaya si la tienen. "Divide y vencerás" y "la unión hace la fuerza", estos son dos refranes que alguien se está ocupando de poner en práctica para cargarse la España que siempre hemos conocido y que hemos heredado de nuestros abuelos. Está por identificar todavía a las órdenes de quien está quienes lo están poniendo en práctica, pero es evidente que quienes lo ponen en práctica son muchos compatriotas nuestros, principalmente de una ideología determinada, la extrema izquierda.

Aparte de otras muchas prácticas, más o menos discutibles, hay una que a mi me llama poderosamente la atención: el intentar que todos nos avergoncemos de nuestras tradiciones, de nuestras costumbres, de nuestros orígenes y de nuestra historia. Evidentemente nadie es perfecto, ni como persona individual, ni como colectivo, pero tanto en los colectivos como en las personas existe una clara tendencia por lo bueno o por lo malo, aunque no al completo. Me explico, España tendrá una historia en la que muchos aspectos puedan ser discutibles o malos, pero lo que es evidente es que somos un país con una larga y rica historia y en su mayor parte buena y fructífera, no sólo para nosotros, también para el resto de la humanidad.

Ahora se impone una moda, y digo se impone porque nos la quieren imponer, esa nueva moda consiste en despreciar y maldecir todo lo que tenga que ver con nuestra historia, con nuestras costumbres y nuestras tradiciones. Moda que, además, no tiene ningún reparo en reinventarse la historia a su conveniencia y cambiar todo lo que sea necesaria con tal de convertir algo bueno en malo, aunque sea mentira. La izquierda falsaria, sobre todo la extrema izquierda, ha acuñado incluso un término para referirse a ello: Españistán.

Pero no sólo nos quieren imponer esos conceptos y esa historia reescrita y reinventado tanto por ellos mismos como por quienes les mandan, también pretenden perseguir y atacar a quienes no estamos de acuerdo con sus ideas y sus teorías. No se si todo esto lo harán de una forma consciente o inconsciente, no se si lo harán de una forma voluntaria o involuntaria o, sencillamente, porque son unos auténticos tontos de baba y unos descerebrados, pero están tirando piedras contra su propio tejado. Ellos son hijos de esta tierra y sus padres y abuelos, en su mayoría, han seguido, han respetado y han fomentado esas costumbres y esas tradiciones; en su D.N.I. sigue apareciendo nacionalidad: española. No se es imbécil por tener una ideología determinada, por pensar que para alcanzar un fin se puede llegar por un sitio o por otro; se es imbécil cuando reniegas de tus raíces y te avergüenzas e intentas que los demás se avergüencen de ello. Ahí se es imbécil pero sin posibilidades de recuperación, además.