Cuanto mierda hay suelto

Me parecen alucinantes las noticias que están apareciendo últimamente en cuanto a asesinatos, abandonos o maltratos de niños o bebés. Es alucinante cuanto mierda paga sus frustraciones o sus fracasos con sus hijos sean de la edad que sean. Gente que, estoy seguro, si nos la encontráramos por la calle no serían capaces de mirarnos a los ojos y no se atreverían a preguntarnos ni la hora porque sus miserias y sus complejos se lo impiden.

En las últimas semanas han aparecido dos noticias relacionadas con maltrato a bebés o prácticamente recién nacidos o muy pequeños. En una se les abandona en un cubo de basura, en las otras se les pega una paliza que les deja prácticamente muertos, o quizás con taras físicas o mentales para el futuro. Pero lo más grave de todo esto no es de todo lo que nos enteramos, lo más grave de todo esto es de lo mucho que no nos enteraremos. Los niños no protestan, no denuncian y no se quejan, unas veces por razones obvias de edad, otras por miedo y otras muchas porque su maltrato lo acaban considerando como algo normal, porque se lo tienen merecido ya que quien se lo aplica son sus propios padres.

Esta sociedad parece que se preocupa mucho por las personas maltratadas, pero en realidad no es así. Por quien se preocupa es por quien llama la atención, ahora las mujeres, pero también hay hombres maltratados y como estamos comprobando muchos niños, seguro que hay más maltrato a niños que a mujeres. Pero aquí hay un problema, como el niño o no habla, o no protesta o no se le escucha nadie le prestamos atención, pero habría que prestarle mucha más atención y estar muy pendientes; sobre todo en gente que habitualmente trabaja con ellos, como sus profesores.

Hablamos mucho de políticos y de sus comportamientos indignos, robos y corrupción, hablamos de ellos y nos ponemos a nosotros mismos como ejemplo de como actuaríamos. Mentira, todo mentira, los políticos no son más que el fruto de esta sociedad, que es una basura, que ya prácticamente no se altera por nada, maten a un niño, a un hombre o a una mujer. No se altera si un terrorista pega a alguien un tiro en la nuca, sus motivos tendrá, o si alguien es humillado, golpeado o vejado en función a su nacionalidad o su ideología. En esta sociedad la gente sólo se altera si se les desconecta el WIFI en mitad de una partida o mientras se descarga un programa.