No me gustas, no estás de moda

Ah, pero, ¿vas a misa?

Cuando vas a misa en estos tiempos sólo te encuentras con una cuarta parte del aforo y con el noventa por ciento de la gente que es de la tercera edad, o algún que otro que parece despistado. como por ejemplo yo. Hablando con unos conocidos el otro día sobre el ir a misa me preguntaron algo que me llamó la atención, me dijeron: "Ah, pero, ¿vas a misa?" No me sorprendió que me preguntaran eso, me sorprendió la forma en la que me lo preguntaron. Me di cuenta que el ir a misa no sólo causaba sorpresa, me di cuenta que en la mayoría de la gente provoca cierta guasa, me di cuenta que esa es una de las cosas que no está de moda. Pero es que estando en misa y pensando en ello me di cuenta que en realidad la gente que estaba allí no iba en su mayor parte porque creyera, me di cuenta que ellos estaban allí porque en su momento si que estaba de moda. Vivimos a base de modas, del que dirán, de la opinión de los demás y de una corriente dominante. Pensamos que porque la mayoría piense una cosa tienen razón, por eso, por ser mayoría. Creemos vivir en una democracia, pero no es cierto, porque es una dictadura, la dictadura de las mayorías.

Muchos tenemos temor a expresar nuestras opiniones en público sobre todo por no ser mayoritarias, no por ser mejores o peores. La opinión no mayoritaria, el no seguir una moda o una tendencia no sólo se ve con mala cara, provoca rechazo e incluso en algunos casos cierta ira que a mi me resulta muy difícil de comprender porque esto pasa incluso entre los más cercanos, entre la familia. En el caso de la familia es porque te quiere y si les abres tu pensamiento se preocuparían de tu estado de salud mental, es ahí cuando prefieres callar.

Lo curioso del caso es que la mayor parte de nosotros presumimos de una cierta independencia y libertad individual que no es cierta. Es tan curioso que ahora existe incluso la moda de no seguir las modas, lo cual no deja de ser una moda en si. Tan es así, y nos ha pasado a todos, que muchos hemos recuperado incluso ropa de nuestros padres en algún momento de nuestra vida ya que fueron prendas que en un momento determinado volvieron a ponerse de moda. 

Yo no le quiero imponer mi forma de pensar minoritaria, en la mayoría de los casos, a nadie; pero no me gusta que se me subestime por exponerla. Aún después de todo esto, debo decir algo, no estaría mal que se pusiera de moda respetar los pensamientos de los demás sin ofenderle o reírte de él. Modas como esa si que deberían estar siempre de moda.