Ruiz Mateos, otro que deja en evidencia a los irresponsables

¡¡Que te pego, leches!!

La sociedad actual y creo que muchas más sociedades a lo largo de la historia reciente tienen un serio problema: No asumir sus propias responsabilidades. Pero eso es algo que no sólo nos viene cuando somos adultos, nos viene desde que somos unos niños, desde que estamos prácticamente en el parvulario. ¿De quien era la culpa siempre cuando suspendíamos algo? Pues como es obvio del profesor, don Fulano nos tenía manía, no nos podía ni ver y, además, no era algo inventado por el protagonista, era lo mismo que decía todo el mundo.

Eso, que ya aprendemos desde bien pequeños, nos va pasando a lo largo de la vida cuando, además, la mayoría de nuestras decisiones son libres, individuales y nadie nos pone una pistola en el pecho para tomarlas. Nos pasa con las hipotecas, nos pasa con los préstamos para comprar un coche y le ha pasado incluso a mucha gente con las famosas preferentes, si, si, con las preferentes. Con las preferentes habrá habido casos en los que han cogido a tontos y les han engañado con ellas, no voy a discutir eso, pero incluso el más tonto callaba cuando a él le liquidaban los intereses de las preferentes al 8% y al resto de la humanidad se lo liquidaban al 3%, como mucho, eso si con productos totalmente seguros. En cuanto la burbuja explotó y se dejaron de liquidar los jugosos dividendos aparecieron los tontos como setas, y nunca mejor dicho, todos se hacían los tontos. Pero claro, de devolver los beneficios anteriores nada. ¡Vaya con el tonto!

Hoy acaba de fallecer Ruiz-Mateos, uno de los primeros y más grandes empresarios de la reciente historia de España. Ruiz-Mateos era un personaje conflictivo, con sus  virtudes y sus defectos, del que se podrán decir muchas cosas malas, pero también buenas. El gobierno socialista de Felipe González le expropió Rumasa, no voy a entrar en discutir si de manera justa o injusta, pero hay sentencias judiciales que daban la razón a Ruiz Mateos. El caso es que fue capaz de remontar y volver a montar una Nueva Rumasa, ahora mucho listo me dirá que engañando a la gente, los juicios se mueven más por envidias que por raciocinio. Para financiar esa Nueva Rumasa, Ruiz-Mateos emitió unas obligaciones a un interés altísimo las cuales al final no pudo atender. Hoy ha muerto y muchos le ponen verde, estuvieran o no afectados por la quiebra de Nueva Rumasa. 

A los afectados sólo les digo algo, nadie les puso una pistola para que invirtieran todos sus ahorros en esa aventura, desaconsejada además por la CNMV. No hace falta recordar a nadie que nadie da duros a cuatro pesetas y que bien que se reían con el timo de la estampita y que no se explicaban como había gente que pudiera caer. Los timos y los engaños son culpa de quien los hace, pero también son culpa de quien cae, sobre todo, en engaños descarados. Pasarán los años y hay muchas cosas que no cambiaran: El no asumir cada uno sus propias responsabilidades y la avaricia, que nubla la mente y siempre rompe el saco.