Me gustan los años pares #Feliz2016
Y debe ser una de esas cosas que uno no se explica demasiado bien porque, aunque no lo parezca, no soy una persona demasiado supersticiosa, ni tampoco tengo demasiados argumentos como para afirmar algo así. Las tres mejores noticias de mi vida, mis hijos, llegaron, los tres, en años impares (1999, 2001 y 2005), aunque, como siempre me agarro al par, en días pares y en meses también pares. Con esto debo decir que aunque lo que era imposible de cambiar en sus nacimientos, el año, fue arreglado, sin embargo, por el mes y por el día. Nunca me he planteado sumar todos los números a ver que cifra da, pero algún día lo haré, lo prometo.
La verdad es que la búsqueda de algún rasgo positivo en que 2016 sea un año par no es más que una mera anécdota en alguien que espera que este sea, por fin, el año del despegue tanto en asuntos personales, como en asuntos generales. La vida no es más que eso, buscar pequeñas anécdotas o casualidades que nosotros acabamos convirtiendo en una especie de expectativa con un único fin: que las cosas, en general, nos vayan siempre un poco mejor.
Cada uno buscando, además, lo que le falta, la salud, el dinero o el amor. Parece que siempre nos falta algo en la vida, no se si será una realidad o simplemente un inconformismo, no conformarnos nunca con lo que tenemos. La vida es imperfecta con lo cual nunca nuestra situación puede ser perfecta, aunque siempre aspiremos a ello, y eso nos provoque siempre una ligera inquietud e incluso infelicidad. Muchas veces yo lo he pensado, he incluso lo he vivido, cuando ha habido momentos de la vida en que todo iba bien, en que no pedía nada, la intranquilidad y el sufrimiento también aparecían; pensaba que eso no era normal y que algún día tendría que acabar.
Caminemos por ese estrechísimo camino de perfección que separa el conformismo del inconformismo e intentemos conformarnos con la pequeña dosis de felicidad que tenemos, aspirando siempre a mejorarla, pero no pensemos en perderla. Para pensar en los momentos malos ya están los propios momentos malos, no pensemos demasiado en ellos cuando no los estamos sufriendo, no nos autoflagelemos. Mi deseo es que todo vaya un poco mejor en 2016 o que como máximo me quede como esté, que por lo menos eso ya lo conozco.
Feliz año nuevo para todos.
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