Se llama Daniel Montaño González y es el asesino confeso de Alicia

Me resulta curioso lo de mantener el anonimato por parte de la prensa de ciertas personas que han cometido delitos especialmente graves. Han matado, han violado, son pederastas, son asesinos confesos y se sigue manteniendo las iniciales en la prensa. 

No, yo no necesito saber el nombre para ponerme a la entrada de un juzgado o de una comisaría y llamarle de todo en plan justiciero. Yo quiero saber el nombre para protegerme yo y, sobre todo, para proteger a los míos de un tipo que pudiera ser potencialmente peligroso sobre todo para los más débiles, los niños. No entiendo ese mantener el anonimato de cierto tipo de gente, como asesinos, y airear a los cuatro vientos el de otro tipo de gente, el de, por ejemplo, los que deben dinero a Hacienda. Si valoramos la gravedad de uno y otro, no hay color.

Pero últimamente en esta sociedad adormecida y teledirigida en la que vivimos nos están vendiendo que es mucho más grave no pagar al estado que cometer otro tipo de delito. No pagar al estado puede estar mejor o peor, pero desde luego no tiene la misma gravedad que matar a alguien. Aunque, como todo en la vida, todo depende de para quien sea. Para un político lo más grave es que no pagues al estado, de ahí viven él y los suyos, lo demás, lo que les pueda pasar a los demás ya se verá, para eso siempre hay tiempo.

Es más sorprendente todavía observar como se protege el anonimato en un caso de un asesinato tan sucio, grave y despreciable como el cometido contra la pobre niña de 17 meses de Vitoria, Alicia. De quien abusó de ella sexualmente y quien posteriormente la mató, además ya confeso, tenemos que saberlo todo, un ser como ese no tiene derecho al amparo ni del anonimato, ni al amparo de nadie. Quiero saber si al lado de mis hijos puede vivir un asesino o un pederasta, me da igual si quien vive a mi lado es alguien que no paga IVA porque no quiere, o PORQUE NO PUEDE.