La doble moral

Desde que existen las redes sociales los pensamientos de las personas quedan más en evidencia puesto que, en primer lugar, quedan reflejados por escrito. También la gente se atreve más a quedar más en evidencia por el anonimato y la relajación que da airear un pensamiento, por muy ridículo que sea, desde la tranquilidad que ofrece la protección de tu propia casa. Muchas cosas me llaman la atención al observar lo que escribe la gente. Una de las que más me ha llamado la atención siempre es la doble moral, es decir, decir una cosa y la contraria en función de que algo guste más o menos.

Hoy se celebra el día mundial del Sindrome de Down. Muchos eran los comentarios positivos hacia los down, gente cariñosa donde la haya y que simplemente viven la vida de una forma diferente debido a un cambio en un cromosoma. Pueden hacer una vida normal, pueden estudiar, trabajar, tener amigos, tener pareja y sobre todo pueden ser independientes. Hasta ahí todos de acuerdo, pero lo que no puedo entender es por qué el mismo que alaba a los down por otro lado aplaudiría su aborto si esa alteración de ese cromosoma es detectada mientras está en el vientre de su madre. Al hacerme esta pregunta en alto en Twitter alguien me contestó que qué tenía que ver lo uno con lo otro.

Muchos de los que dedican hoy bonitas palabras a las personas con síndrome Down apoyarían sin dudar su aborto si fuera detectado en embarazo

— javiersobrevive #RED (@jsobrevive) 21 de marzo de 2016

Y es que para mi si tiene mucho que ver, en este caso concurren muchas cosas: creernos dueños de la vida de otra persona, aunque sea nuestro hijo. Una hipocresía y una demagogia descarada y sobre todo una doble moral. Esa doble moral que se utiliza para justificar siempre lo que a uno le convenga. Tiene mucho que ver el comentario puesto que entonces para la gente en general la diferencia entre una persona Down nacida o no nacida es un simple: "ojos que no ven, corazón que no siente".

Esa misma doble moral que defiende que por encima del derecho que tiene cualquier ser humano individual a vivir está el derecho que tiene su madre a decidir por su vida si todavía está en su viente. O esa doble moral, quizás, que le está diciendo a un Down de, digamos, 30 años y con una carrera universitaria ya terminada: "Hoy te admiro mucho, pero si te hubieran matado en el vientre de tu madre yo lo habría entendido, aplaudido y justificado porque podrías haber sido una carga". 

Doble moral que llega a su extremo más absurdo cuando se defiende con uñas y dientes la vida de un animal mientras por el otro lado se aplaude la aniquilación de seres humanos que está suponiendo el aborto. Doble moral que existe en otras muchas cosas, pero que aquí todavía llama más la atención e indigna más porque no hablamos ni de política, ni de fútbol. Hablamos de vida y de muerte.