Apagar la luz para no sentirte culpable

Pareciera que en el llamado primer mundo todo fuera alegría, bienestar y bonanza infinita. Pareciera, pero no lo es, aunque todo lo que hemos conseguido ha sido a base de trabajo y de lucha por vivir cada día un poco mejor, o simplemente vivir bien. El mundo no es un lugar justo en absoluto, mucha gente pasa hambre, penalidades y no tiene facilidad ni para acceder a algo tan básico como por ejemplo el agua. Es así y dudo que haya personas que ignoren lo que pasa en otros lugares con mucha peor suerte que la nuestra. Somos conscientes de ello y duele en el alma que suceda todo eso, pero yo desde luego no me siento en absoluto culpable de ello.

Todos, los más desfavorecidos y nosotros, vivimos lo que nos ha tocado y pagando los desmanes y caprichos de quien verdaderamente manda, que no somos ni nosotros ni ellos. Los que mandan son gente absolutamente indigna que nos gobierna y nos dirige en busca de un fin económico, únicamente el suyo, al que no renuncian por nada ni por nadie. Esta misma gente se organiza su propio contrapeso para tener todo absolutamente controlado. De ahí surgen infinidad de ONG que lo único que hacen es servir a sus amos, de quien viven y para los que actúan. Todo eso es una forma bastante inteligente de tener todo controlado, incluso esa parte que podrían ser su propia antítesis.

Una de las funciones de estos grupos es hacernos sentir culpables a los habitantes de la zona más confortable del mundo de algo que ni hemos provocado y que, ni mucho menos, deseamos. Se organizan cientos de colectas, de acciones y de actividades que no llevan a ningún sitio, más que a calmar ese sentimiento de culpa que los verdaderamente culpables nos han intentado inculcar. La última ha sido la famosa "Hora del Planeta", esa absurdez en la que todos debíamos apagar las luces durante una hora para no se sabe muy bien qué, probablemente para que mucho giliprogre durmiera un poco más tranquilo esa noche pensando que colaboraba en algo.

Los que pasamos el día ocupándonos de buscar nuestra supervivencia y la de los nuestros, que también lo hay en el "primer mundo" no nos sentimos culpables de nada. Nos sentimos como mucho agobiados por toda esta gente que utiliza todos los medios a su alcance, prensa manipuladora incluida, para difundir esa culpa que será de quien sea pero mía no es, faltaría más. Yo ni apago la luz en ninguna hora del planeta, ni me siento culpable de las desgracias del mundo, ni de nada parecido. Yo soy únicamente responsable de mis actos y ninguno afecta a la pobre gente que sufre en el Tercer Mundo. Vivo mi vida luchando por mi supervivencia y sin perjudicar a nadie. Que se miren más el ombligo esos que intentan buscar culpables donde no los hay con el único fin de facturar y servir a los suyos. Que se miren más lo suyo que ellos son los verdaderos culpables de lo que pasa allí y también de lo que pasa aquí.