¿Saber perder? ¿Qué es eso? Soy de Podemos

Se está produciendo un caso muy curioso después de los resultados de las últimas elecciones generales. Los que pierden cada día más escaños siempre se consideran ganadores. Los que han perdido un número importante de escaños ponen condiciones. Los que se iban a comer el mundo no encuentran explicaciones porque ellos son, sencillamente, fantásticos. Eso en lo que a los dirigentes políticos se refieren, después están sus seguidores.

Los seguidores de los que siempre pierden escaños son ya como los hinchas de un equipo mediocre, se conforman con que no hayan bajado a segunda. Los de los que han perdido un número importante de escaños son como los malos alumnos, la culpa es del profesor y del sistema. Los de los que se iban a comer el mundo se ponen agresivos porque de ellos es la verdad, la sabiduría y, lo más importante, la virtud de la juventud.

Un día leí algo que me llamó mucho la atención y que me gustó mucho, decía algo así como que si viviéramos la vida pensando que se va a acabar la viviríamos de otra manera, mucho mejor. A pesar que todos sabemos que algún día nos vamos a morir pensamos que eso es algo muy lejano que nunca nos va a tocar, pensamos que es algo que sólo toca a los demás. Eso es algo que pasa con todos, incluso con el hecho de ser joven, mayor o viejo.

Los jóvenes hablan de los mayores o de los viejos con un gran desprecio últimamente. Parece que una persona mayor o una persona anciana es una persona ya decrépita, no sólo físicamente, también mentalmente. Todo eso sin darse cuenta que cada vez que te levantas de tú cama por las mañanas te estás acercando más a esas edades en la que la gente te parece "tan despreciable".

Esos "jóvenes" tan inteligentes, tan leídos y tan humildes son tan sumamente "cerebrales" e "inteligentes" que no se dan cuenta que probablemente sus ideas ni son tan fantásticas ni tan novedosas. La juventud no tiene que ser buena de por sí, ya que no es sólo lo físico lo importante. Y eso, lo físico, es de lo que más puede presumir una persona joven ante un anciano. Por lo demás quizás a eso jóvenes podemitas les convendría más escuchar a esos "decrépitos" ancianos a los que tanto critican. Para empezar dirían muchas menos sandeces de las que no avergonzarse cuando su cerebro esté tan formado como el de un anciano.