Como trabajador en España ahora hay que saber catalán
Una de las cosas más curiosas que me ha pasado en mi vida me sucedió en Barcelona. Paseaba delante de una tienda y me gustaron unos zapatos, por lo que decidí entrar a comprarlos. Ante mi estupor la dueña de la tienda no me atendió en ningún momento en español, contestando a todas mis preguntas en catalán. Y me produjo estupor porque, obviamente, yo me quedé sin zapatos, pero ella se quedó sin venta. Me llamó mucho la atención el no bajarse de la burra de la señora y no renunciar en ningún momento a que yo, su cliente, la entendiera. He podido sobrevivir a no quedarme con aquellos zapatos, lo que dudo mucho es que ella con esa actitud consiguiera hacer sobrevivir su negocio.
En los últimos días ha habido un incidente entre el ex "Último de la Fila", Quimi Portet, y un camarero de la empresa naviera Balearia. Ante la petición de un café con leche en catalán por parte de Portet el camarero le contestó que le podría atender en cinco idiomas, pero que el catalán no lo entendía. Ante la posibilidad de lo más fácil, pedirlo en español que es en el idioma con el que pseudocantante se ha forrado, optó por poner una queja a la empresa. Y no sólo eso, optó también este mermado mental en poner un twit criticando al camarero, a la empresa y publicando una foto del propio camarero. Es evidente que, aparte de su despido, Portet buscaba el escarnio público del mismo.
Todos podemos tener algún tipo de incidente con algún servicio que contratemos. Todos podemos quejarnos por pagar un servicio que en un momento dado no nos resulta el adecuado. Pero de ahí a buscar el despido del empleado y mucho menos su escarnio público va un gran trecho. Hay que ser un miserable con un cerebro repleto de basura y de maldad para buscar el mal ajeno y más por algo que no tiene, ni mucho menos, la importancia que el atontado de Portet le ha dado.
Está muy complicado encontrar trabajo en España, es una tarea casi imposible. Que te pidan idiomas para algún puesto es lo normal, pero que ahora te empiecen a obligar saber catalán, euskera, gallego o bable (si se tercia) ya es de nota. Un camarero con cinco idiomas es una persona preparada para puestos más importantes que camarero, podría ser presidente del gobierno, que no hablan ni inglés. Pero mención aparte merece el miserable de Portet. No tenía ni idea que fuera tan cucaracha este tipo. No sólo por casi provocar el despido de una persona, si no por despreciar el idioma con el que se ha hecho de oro.
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