Los niños tienen pene, las niñas vulva y muchos adultos poco cerebro

Ya nos queda claro a todos, ya es más que evidente, la libertad de expresión es solo patrimonio de una parte de esta sociedad. Pero lo más grave no es eso, lo más grave es que los que no tenemos derecho a la libertad de expresión tampoco tenemos derecho a la libertad de pensamiento, debemos pensar y expresar lo que unos cuantos quieran y nos ordenen. Esos cuantos que diseñan esa especie de ingeniería social que se está practicando con la sociedad española. 

Y  lo más grave de todo no es ni siquiera lo expuesto anteriormente, lo más grave es que para anular esa libertad de expresión y de pensamiento vale todo. Vale incluso el tergiversar un mensaje aunque este mensaje no vaya de palabra, aunque sea un mensaje escrito. 

La parte a la que pertenecemos, esa parte de la sociedad cada vez más minoritaria y excluida, además lo tenemos que aguantar todo. Burlas, ofensas y calumnias contra nuestras creencias, nuestra ideología o nuestro pensamiento, eso es lo que tiene intentar escapar de esa ingeniería social que basa su éxito en el fomento de la estupidez y del no pensar por uno mismo y hacerlo por medio de algún admirado líder mediático o político.

Que los niños tengan pene y las niñas vulva no es culpa de nadie más que de la naturaleza. Tomar un mensaje así como una muestra de odio y de intransigencia no es más que una evidencia de odio y de intransigencia por parte del ofendido. ¿Es lógico ofenderse por algo evidente y natural? No lo es, pero es menos lógico el intentar tergiversar un mensaje para buscar una muestra de odio inexistente. Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva y por desgracia es cada vez más evidente que la mayoría se queda sin cerebro cuando crece, aunque sigan manteniendo su pene ellos y su vulva ellas.