La verdad es que tal y como había dejado España todos creíamos que iba a desaparecer y esconderse en su jaula de cristal, pero no. Zapatero parece que ha esperado a que escampara un poco y le ayudara la poca memoria de la gente para volver a aparecer en escena. Un día se reúne con Raúl Castro, al otro con Evo Morales, hace de mediador parcial en Venezuela para que Maduro machaque a su pueblo y también viene a España a darnos sus innecesarias y siempre ridículas opiniones políticas.
Es decir, Bambi se siente vedette de nuevo y con su falta de vergüenza habitual no deja escapar ninguna oportunidad, en cuanto le ponen una alcachofa en la boca suelta alguna tontería, de esas a las que tan acostumbrado está a soltar. Y además así, como si nunca hubiera roto un plato, como si no fuera él el máximo responsable de la desastrosa situación que vive España ahora mismo a todos los niveles.
Esta vez ha hablado para apoyar a Susana Díaz y criticar a Pedro Sánchez. No es que ZPedro Sánchez me caiga bien, todo lo contrario, pero que Zapatero le suelte a su digno sucesor, por lo malo, el tema de sus malos resultados electorales tiene su guasa. En primer lugar porque la eminencia de presidente que tuvimos, no solo dejó a España hecha un desastre, también a su partido. Es tal el descalabro que dejó el campeón de la ceja que nada volvió a ser lo que era después de marcharse él. Que Pedro Sánchez es un inútil es algo evidente, pero que este inútil es el digno heredero del gran inútil que es Zapatero es una verdad absoluta.
Quizás Sánchez le debería preguntar acto seguido los motivos por los que Zapatero fue elegido presidente la primera vez. Pero no, Sánchez también es demasiado servil y corto de mente para hacer eso. Quizás lo que debería hacer Zapatero es hablar un poco menos de lo que habla porque no tiene nada de que presumir y menos todavía de los motivos por los que él consiguió su primer éxito electoral.
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