La superioridad moral (Parte 2)

Hacia el año 2003 conocí a un director comercial de una empresa, argentino para más señas, que había huido de su país en los años posteriores al famoso corralito que sufrió aquel país. Aunque nos acabábamos de conocer estuvimos hablando varias horas y una de mis preguntas fue lógica, por lo menos para mí que soy un cotilla, le pregunté por que se había ido de Argentina. Lorenzo, que así se llamaba, era un empresario de éxito en su país, con una empresa embotelladora de aguas y refrescos con unas ventas muy importantes y con un contrato con una importante empresa de refrescos norteamericana. 

¿Por que se había ido Lorenzo de su país?

La respuesta de Lorenzo fue clara y sencilla, se había ido por la seguridad personal de sus dos hijas: "Javier, la situación está tan mala en mi país que mis hijas corren peligro físico simplemente porque la gente las vea con su uniforme del colegio."

No era ninguna tontería lo que me estaba diciendo, al llevar uniforme la gente asociaba que eran hijas de una persona acaudalada y el peligro de secuestros, de robos y de asesinatos en aquel momento era evidente.

Lorenzo mal vendió toda su empresa y se fue a España, hace mucho que no lo veo, no se que será ahora de su vida, pero las últimas noticias que tengo de él, que serán de 2005 aproximadamente, es que la empresa para la que trabajaba en España había cerrado y el había perdido su puesto de trabajo y además le debían varias nóminas.

En estos días un político de Izquierda Unida, no voy a dar su nombre, que más da creo que todos los de ese nefasto partido deben pensar lo mismo, pues bien el señorito de Izquierda Unida dijo literalmente que habría que organizar muy bien los asaltos a supermercados y añadió que en la situación política y económica actual la violencia estaba justificada.

Hay que ser imbécil para decir semejante barbaridad, pero el problema no es que el imbécil lo diga, el problema es la inmensa cantidad de gente que hay en este país que justifica y que jalea ese tipo de afirmaciones.

Volvemos a la superioridad moral, toda esta gente, la que sufre y la que dice defender a los que sufren, principalmente partidos de izquierda, se cree con la superioridad moral de decir y de hacer lo que les de la gana, todo está justificado.

No tengo yo una situación económica como para temer el secuestro de alguno de mis hijos a cambio de dinero, ni mucho menos temo por la vida de ellos. Lo que si me da miedo es la supuesta superioridad moral que cree tener esta gente y sobre todo lo imbéciles e indeseables que son.

Lo malo de este país no es lo mal que lo está haciendo el gobierno actual, lo malo no es lo mal que lo hizo el gobierno anterior, lo malo no es que el panorama político actual esté lleno de imbéciles, lo peor es que en la calle hay unos imbéciles más grandes todavía que siguen a los imbéciles que se creen con superioridad moral.

Eso es lo malo y también lo peligroso.