El impuesto de la DGT
Vas por la carretera y siempre están ahí en todas partes, como Dios, no es un pájaro, no es un avión, es el coche camuflado de la Guardia Civil. Te observa, no te quita la vista de encima, es el Gran Hermano sobre ruedas o bajo hélices, es el gran perseguidor, el cobrador del frac de verde, es el impuesto inesperado que te puede arruinar el mes, en fin es nuestra sombra.
La Guardia Civil me cae genial hasta cuando pone multas, dentro de su seriedad y su cara de mala leche, se esconde un tipo como cualquiera de nosotros, mileurista, que estoy seguro no disfruta del trabajo encomendado por, eso si, los sinvergüenzas de sus jefes políticos.
¿Alguien se cree que el afán de las multas de tráfico es por nuestra seguridad? Eso no se lo cree ni el que se las inventó. Es un extra que necesita nuestro insaciable estado para seguir pagando sus colegueos y sus mamoneos.
Vas por autovías inexplicables, rectas de Kilómetros y su límite de velocidad es de 100, pero cuando se acaba esa autovía, 500 metros antes, hay una señal de 80. Ten por seguro que en esos 500 metros están escondidos para cazarte a 95 Km por hora. A esa velocidad iba mi abuelo con su primer 600 por la Nacional VI, que digo a 95, y a 120 también.
La Dirección General de Tráfico se pasa todo el día publicando estadísticas de accidentes, cuanta gente iba sin cinturón, cuantos con tasas de alcoholemia altas, cuantos despistados con el móvil. Me gustaría saber las estadísticas de accidentes provocadas por frenazos bruscos y sustos provocados por un coche de la Guardia Civil escondido con su radar móvil.
Que no nos vengan con cuentos, las multas no son por nuestra seguridad, las multas son exclusivamente recaudatorias. Las multas son el extra de fin de mes de las cuentas públicas. Observen las carreteras a finales de cada mes y me darán la razón, hay más Guardias Civiles que civiles.
Y otra cosa más, la crisis sólo está teniendo una efecto positivo que es la bajada en las victimas en la carretera. La gasolina está intocable, cuanto más corres más gastas. Las multas son exageradas, 300€ por meterse el dedo en la nariz: "Pero señor agente hurgarse la nariz mientras conduces no es peligroso. No, no le multo a usted por provocar peligro, le multo por marrano." Este ejemplo inventado y exagerado se produce cada día, todos conocemos a gente a la que se le ha multado injustamente por motivos absurdos.
En fin creo que el Gobierno debería cambiar algo en la Dirección General de Tráfico, en lugar de depender del Ministerio del Interior debería depender del Ministerio de Hacienda, es más apropiado.
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