El imputado al Senado
Debe ser absolutamente necesario para el bien de nuestro país, no sabríamos que hacer sin él, una persona con su valía y su gran experiencia política es lo que España necesita para ayudarnos a salir de la crisis, es un valor en alza. No es que haya definido nadie así a Jose Antonio Griñán, hoy ya ex presidente de la Junta de Andalucía, es que sólo les falta a los socialistas vendernos esa moto sobre este personaje para justificar que vayan a hacerle senador.
Jose Antonio Griñán en realidad no ha sido nunca un personaje de grandes puestos en la política española, ha sido un diputado, un ministro y un presidente autonómico más que mediocre del partido socialista. Pero, por lo que se ve, parece que no le ha hecho falta para manejar ciertos asuntos a su antojo como en el caso de los ERE de la Junta de Andalucía. En realidad pocos nos acordábamos de él excepto los andaluces, supongo, pero desde su puesto gris y seguramente excelentemente retribuido de consejero en la Junta ha dirigido un escándalo de millones de euros. Veremos a ver si paga las consecuencias.
EL planteamiento del PSOE es claro, deja la Junta y obtiene su puesto de senador para que así sólo pueda ser juzgado por el Tribunal Supremo. Esta es la jugada perfecta, a muchos nos sorprendió su dimisión, pero ahora ya vemos que todo estaba pensado y calculado. La dimisión de cualquier político español de renombre está claro que siempre es calculando muy bien los siguientes pasos, los partidos políticos no dan puntadas sin hilo y el asunto de Griñán no podía ser una excepción.
Ahora veremos si quieren dejar trabajar a la Juez Alaya para que pueda seguir con su investigación. Critican su tardanza, porque no pueden criticar otra cosa, pero tiene que ser una labor de chinos desenmarañar todo el entramado que tanto la Junta de Andalucía, como el PSOE y los sindicatos han montado alrededor de esta gran escándalo.
¿Y que pasa con Andalucía? Como la situación política, económica y social en Andalucía es "envidiable" el PSOE pone a presidir la Junta a una persona de contrastada experiencia y de gran valor político, Susana Díaz. A esta mujer, a la que sólo conocía su familia antes de ser nombrada Presidenta, le queda la responsabilidad de sacar a Andalucía del agujero político y económico en el que se encuentra. Veremos que hace, pero todo pinta a que las cosas empeorarán en lugar de mejorar.
Mientras tanto Griñán, cual funambulista del circo Price, pasa de consejero a presidente, de presidente a imputado y de imputado a senador imputado y tiro porque me toca.
Pero, no pasa nada, aquí no hay mareas, aquí gobierna la izquierda y ya sabemos que la izquierda aunque robe siempre es por algo, es por nuestro bien, faltaría más.
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