Greenpeace, el negocio ecologista
Que los radicalismos en cualquier circunstancia de la vida nunca son buenos eso lo sabemos todos. Ni siquiera para defender una de las cosas más preciadas que puede tener el ser humano que es el lugar donde vive, su entorno, la casa común de todos que es la tierra. No conozco a nadie sea o no ecologista, a no ser que esté tarado, que intente destruir el medio ambiente a sabiendas. No conozco a nadie que le guste tirar botellas de plástico al mar, a no ser que sea un imbécil. No conozco a nadie que quiera quemar un bosque, a no ser que le falten unos cuantos tornillos. Para respetar el medio ambiente no hay porque radicalizarse, simplemente hay que ser persona y respetar el mundo que te rodea.
Como los radicalismos, en general, no me gustan tampoco me gustan los radicalismos en la defensa a ultranza del medio ambiente, no me gusta el ecologismo radical. Para esa gente aplicaría el refrán: "dime de que presumes y te diré de que careces".
Que unos tipos se suban a lo más alto de una central nuclear para que la cierren más que ecologismo me parece publicidad. Pero lo peor de todo es que no es una publicidad para que cierren la central nuclear, es una publicidad para si mismos, yo lo veo como un a auténtica estrategia comercial.
Me sorprende más aún que estos grandes "ecologistas" no pongan el grito en el cielo porque Gibraltar tire unos bloques de hormigón al mar, todo lo contrario, les ha parecido bien. Yo no lo sabía pero al parecer esto es una práctica más o menos común y que puede ser positiva para el ecosistema marino. Perfecto, pero esos "ecologistas" de tres al cuarto de lo primero que deberían haberse dado cuenta es de dos cosas:
- Muchas familias de pescadores pierden su medio de vida con la actitud de los gibraltareños.
- La aguas son españolas, no son gibraltareñas. Ellos en su casa como si quieren romper el hormigón a cabezazos, pero en la nuestra mandamos nosotros.
Pero lo más curioso de todo es a través de quien se financia este supuesto grupo ecologista. Hay grandes empresas petroleras y automovilísticas que a través de fundaciones, como siempre, hacen su aportación económica para que "defiendan el medio ambiente".
Curioso quien más contamina financia al grupo que, en teoría, más lucharía en contra de sus malas prácticas medioambientales. Me parece una estrategia muy inteligente por parte de estas compañías, hacen fuerte a este grupo de ecologistas y con ello impiden que crezcan otros que les podría hacer más daño.
¿Y por qué la falta de crítica al gobierno de Gibraltar?
Quien haya accedido al peñón desde el mar sabrá que la bahía de Gibraltar está absolutamente abarrotada de barcos petroleros, muchos de ellos pertenecientes a las propias compañías que financian a Greenpeace.
Para mi la deducción lógica de todo este asunto de Greenpeace se resume en una frase:
Blanco y en botella, leche toda ella.
No hay comentarios: