La casta y sus discursitos fáciles y ramplones
Hace mucho tiempo que cuando se sube un político al estrado y hace un discurso fácil mi cerebro pasa a un estado tipo Hommer Simpson de no escuchar nada. Están demasiado acostumbrados a hacer las cosas mal y arreglarlo todo con un discurso fácil y demagógico preparado por sus cientos de asesores en un despacho.
Hablan de democracia, hablan de igualdad, dicen siempre las mismas sandeces, se quedan tan anchos y vuelta a su confortable casita a continuar con su vida como si nada hubiera pasado. Creo que ni ellos mismos se lo creen, pero también creo que es algo preparado por y para tontos. No se dan cuenta que no les cree nadie, no se dan cuenta que los que escuchamos esperando soluciones no somos imbéciles, no somos retrasados a los que se nos cae la baba cada vez que ellos abren la boca.
El nivel del lenguaje político está a la misma altura que los políticos que actualmente nos representan, esto es a un nivel ínfimo. Dependiendo del discurso que quieran pronunciar puede cambiar la temática, pueden cambiar la forma de decirlo dependiendo del auditorio al que se dirijan, pero si analizamos la base del discurso comprobaremos que siempre es la misma.
Hace demasiado tiempo que en este país no aparece ningún líder político del cual, después de hablar, digamos: que maravilla, tiene toda la razón, así es como debe de ser, me ha convencido.
Me temo que en parte es culpa nuestra, culpa de los ciudadanos. Nos hemos acostumbrado a un nivel tan bajo que nos conformamos con cualquier cosa que nos den, nos conformamos con migajas que nos echen como si fuéramos palomas en un parque. Después pan y circo, un interesante partido de la Champions, a cenar y dependiendo del resultado del partido nos acostaremos de mejor o peor humor.
Se ha cumplido el quinto aniversario del accidente de Spanair en el aeroupuerto de Barajas. Cinco años después, 154 muertos más tarde y la ministra de Fomento Ana Pastor, que para mi es una de las mejores ministras, ha cometido el mismo error que los demás. Discursito fácil con las víctimas diciendo la pena que le daba el accidente, pero seguro que no tanta como les ha dado y les dará durante muchos años a los propios familiares. Los familiares del accidente de Barajas no están en absoluto de acuerdo con la sentencia que, sobre el accidente, ha dictado el juzgado y piden que se reabra el caso.
Ana Pastor ha llegado, ha dicho lo que las víctimas querían oír, les ha dado su apoyo, les ha dicho que le da mucha pena y que está con ellas. Pero se acabó el discurso, se acabó el acto y estoy seguro que se metió en su coche oficial y se fue a disfrutar de sus "merecidísimas" vacaciones. Ana Pastor está con las víctimas, pero los que se quedaron allí después de escuchar su discurso son los que siguen llorando a sus muertos y pidiendo justicia.
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