Sindicatos, las cenas os la pagáis con vuestra propina

Cuando era pequeño y mis padres me daban la propina los Sábados raro era el Domingo que me sobraba algo, a partir de ahí tenía que plantearme que el resto de la semana lo tendría que pasar como siempre, sin un duro. Creo que todos a esas edades hacíamos las mismas trampas a mitad de semana, que si fotocopias, que si me tengo que comprar algo que me han pedido en el colegio, que si un libro...creo que al final mis padres tenían claro que las propinas eran las de los sábados y las de los extras de la semana.

Mis hijos no son todavía lo suficientemente mayores para tener gastos extra aparte de su propina, pero me imagino que utilizaran las "trampas" que hemos practicado todos y que a todos nos han pasado por alto.

Hacer eso con trece, catorce o quince años no tiene nada de malo, no era por maldad estábamos empezando a organizar nuestros pequeños gastos y los extras semanales eran para comprar algún regaliz o algún chicle Cheyw, el problema sería si ahora, ya adultos, tuviéramos la desgracia de tener que vivir de nuestros padres e inventaramos trampas semanales porque no nos llegara con la "asignación".

Los sindicatos en España, CCOO y UGT especialmente, son como ese chico de quince años que no tiene suficiente con la muchimillonaria asignación anual que, queramos o no, les tenemos asignada todos los españoles por decretazo y chanchulleo gubernamental y que aún así no tienen suficiente, no ya a mitad de año, ya les falta a mediados de Enero.

El problema es que los sindicalistas son unos tíos ya lo suficientemente talluditos, y barrigudos, como para inventarse esas trampas y esas facturas falsas que emiten con tanta normalidad. No lo hacen para ayudar a los trabajadores, ni para sus extraños cursos de aprendizaje, no para eso no lo hacen. Con ese dinero extra, los angelitos, se pagan unas mega-cenas espectaculares en el mejor restaurante que puedan encontrar y se pagan hoteles de lujo para dormir la mona posterior.

Cuando un niño de catorce o quince años es pillado en una trampa por sus padres es castigado y reprendido, no tiene excusas, por muchas que excusas que ponga los padres no somos tontos y además hemos sido curas antes que frailes. En el caso de los sindicatos ni son reprendidos por papá Estado y ni siquiera se molestan por inventarse una excusa coherente.

A mi se me ocurre un castigo, que papá estado no les dé ni un duro más y que vivan de las cuotas de sus afiliados, es fácil. Si quieren hacer gastos extra Cándido Méndez podría empeñar alguno de sus Rolex y Toxo podría alquilar su ático de protección oficial por temporadas. Y si no deberían irse a comer menús del día de los de a 10€ y después irse na dormir cada uno a su casa. Como hacemos todos.
No te jode.