No es país para ruinas, lo es para asesinos.
Me hace mucha gracia escuchar a los partidos políticos, sean del color que sean aunque más a los de la izquierda, dar su opinión sobre las últimas excarcelaciones de asesinos. He dicho excarcelaciones aunque en realidad se trata de una amnistía en toda regla. Pues bien, toda esta gente habla de la amnistía y dice frases tan estupendas como: "ya han pagado por sus delitos", "cumplimiento de penas", "posibilidad de reinserción social" y estupideces propias de ese absurdo lenguaje que utilizan siempre que nos mienten, que es siempre.
Y digo que me hace gracia su explicación de esa amnistía porque la aplican, sobre todo, a verdaderos delincuentes ya que la mayoría de los que campan a sus anchas ahora por nuestras calles han matado. Y me hace todavía más gracia por la absoluta desigualdad y desproporción en las penas que practica la justicia de este país.
En el país de las amnistías para asesinos puedes matar a niños, poner bombas a Guardias Civiles, secuestrar, asesinar, torturar, disparar por la espalda, que después no tienes más que trabajar en la biblioteca de la cárcel para que tu condena baje de los más de 1000 años a unos 15 o 16 años como máximo. En este país tan benévolo con los asesinos, tan benévolo con la corrupción política, tan benévolo con los gestores de Cajas de Ahorros que han dilapidado miles de millones de €, tan benévolo con los líderes sindicales que roban, en este país tan benévolo con la gentuza no puedes tener mala suerte en los negocios.
La mayoría de los que hemos tenido la mala suerte de perder nuestros negocios a causa de la crisis económica, la mala suerte o una gestión errónea, estamos marcados de por vida. No tenemos segundas oportunidades, aparecemos siempre con una X por la que no te permiten ni comprar a plazos una televisión. Hay dos tipos de personas a las que ha afectado la crisis, los que pierden su empleo y los que pierden su empresa propia. Los que pierden su empleo tienen la oportunidad, tras uno o dos años de prestaciones, de encontrar un nuevo empleo. Los que pierden su empresa no tienen ningún tipo de prestación estatal, su única relación con el Estado es la de ser continuamente perseguidos por éste.
Hablan ahora mucho de emprendedores, yo aviso a los emprendedores, ya podéis tener buena suerte con vuestros negocios, como os vaya mal daos por muertos, administrativamente hablando. Quiere España junto con Europa competir con Estados Unidos, lo veo imposible. Estados Unidos es un país con muchos defectos, pero con una gran virtud, ha sido siempre el país de las oportunidades, el estado es el primero en dar a todo el mundo la oportunidad de rehacer su vida. La diferencia es que allí, al contrario que aquí, al asesino no se le da segunda oportunidad. La segunda oportunidad se le da a la persona que arriesga su vida y su dinero en beneficio propio y en el de terceros creando empresa y generando empleo.
El gobierno cuando hable de emprendedores no sólo debería facilitar las cosas para que la gente emprenda, también debería dar facilidades y no perseguir a aquellos a los que su valentía arriesgando su dinero les ha salido mal. Este país no saldrá adelante poniendo asesinos en la calle Mariano, ya está bien de perseguir a los valientes y ayudar a los cobardes.
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