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Por fin un juez independiente.

Que la Infanta Cristina tiene algo que ver con todos los sucios asuntos de su marido no es algo que todos los españoles sepamos, nos lo imaginamos. Que hasta ahora el juez Castro, que no se lo imagina si no que lo sabe, no haya podido imputarla es algo que todos los españoles sabemos y también nos lo imaginábamos. Que ahora el juez Castro va a ser la diana de medios peloteros de la Corona y pelotas oficiales del estado es algo que todos tenemos claro. Pero que el juez Castro es un juez digno de admiración para todos nosotros y uno de los pocos jueces independientes de este país, junto a la juez Alaya y para de contar, es un hecho.

Mucho le está costando al juez Castro sacar adelante el asunto de Noos, de Aizoon, de Urdangarín o como le queramos llamar. Como se dice popularmente: con la Iglesia hemos topado. Eso es lo que debió pensar el juez cuando el asunto de marras cayó en sus manos. Donde otros jueces hubieran pedido instrucciones a sus superiores o simplemente se hubieran hecho los locos o, quizás, el egipcio, el juez Castro decidió ponerse manos a la obra e investigar.

Ahora, estoy seguro, la maquinaria del Estado se habrá puesto en marcha. No para ayudar al juez en lo que necesite si no para ponerle zancadillas contínuas. No soy capaz de imaginar todas las llamadas, advertencias, avisos e incluso amenazas que tiene que estar recibiendo este hombre. Hay que tenerlos como el caballo de Espartero para que una persona, que seguramente ahora mismo esté completamente sólo y dejado a su suerte, siga adelante con esto. El juez Castro no está investigando e imputando a Iñaki y a Cristina, no, está imputando al yerno del Rey y a la hija del Rey. Un Rey que, según la Constitución, es inimputable, esto es que puede hacer lo que quiera y la justicia nunca podrá hacer nada contra él. Si esto no fuera así habría que preguntarse como es posible que el Rey no supiera nada cuando su hija se compra, por ejemplo, una mansioncita que valía nada menos que seis millones de €. 

Es difícil que el juez Castro consiga que la hija y el yerno del Rey paguen penalmente por sus delitos. Es muy difícil que consiga mantener sus tésis y sacarlas adelante, son muchos los obstáculos que el Rey le va a poner delante. Pero en muchas circunstancias de la vida, y en esta especialmente, la intención es lo que cuenta. Mucho ánimo señor juez.

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