Parecía lo más importante, cuando después de la muerte de Franco se inició el proceso de transición hacia la democracia también se inició el proceso de descentralización del Estado, se inició el proceso autonómico. Todo sonaba muy bien, se formarían las comunidades autónomas teniendo a los gobiernos y los políticos más cerca de su pueblo, más cerca de los problemas de los ciudadanos pudiendo resolverse estos, en teoría, con una mayor rapidez. La teoría es fantástica, pero la realidad ha convertido al estado autonómico en el que vivimos en una pesada losa la cual no podemos mantener económicamente.
El estado autonómico actual es un estado inservible repleto de duplicidades que ningún responsable político ni quiere ni se atreve a recortar. Se ha convertido España en un estado con innumerables presidentes, con innumerables gobiernos, con innumerables ministros y con innumerables cámaras autonómicas que para lo único que están sirviendo es para colocar a familiares, a amigos y a enchufados sobre todo en sus puestos de responsabilidad. Las autonomías no sirven para casi nada al ciudadano pero a quien si le sirve es al partido político de turno.
Se acaba de publicar recientemente el dato de la deuda pública española, la cifra es espectacular, se ha alcanzado el 94% del PIB, esto es, estamos endeudados hasta las cejas. De momento todo eso lo estamos pagando nosotros, los ciudadanos, con innumerables subidas de impuestos y sin ningún ahorro importante en las administraciones públicas. Todo tiene un límite, no es normal que el mastodóntico estado español siga gastando prácticamente igual que si no hubiera ninguna crisis económica. Si yo estoy parado, si mis ingresos no son los suficientes, no se me pasa ni por la imaginación comprar un coche nuevo, no se me pasa por la imaginación seguir gastando al mismo ritmo que lo hacía.
En el estado actual no pasa lo mismo, las autonomías siguen gastando y hay muchas que incluso anuncian que no van a cumplir con el límite de gasto pactado prácticamente en el mismo momento en el que se está firmando ese pacto. Cataluña es un claro ejemplo de esto, pero lo peor de todo no es que no lo haga, lo peor es que además se lo permitan.
Es imposible seguir así, es imposible seguir manteniendo a enchufados y puestos completamente inservibles. Es imposible seguir manteniendo al gobierno central y a 17 gobiernos más. No se puede tener miles de diputados, entre los autonómicos y los nacionales. Es curioso los sistemas informáticos y las comunicaciones cada vez son mejores y cada vez aumenta más el número de funcionarios tanto públicos como autonómicos. Si esto tiene algo de lógica con la que está cayendo que venga Dios y lo vea.
Me resulta extraño que nadie critique las diputaciones cuando esto si que es un nido de víboras donde prevalece la dedocracia y el amiguismo, y un claro ejemplo como no queremos abandonar el antiguo régimen de Franco.
ResponderEliminarNo creo federar un país sea algo malo, el problema como siempre viene de nosotros del pueblo, los cuales hemos votado a algunos partidos los cuales se hacen con un feudo a modo de nobles de la Edad Media. Si es cierto que necesita algunas reformas pero si usamos esta misma vara de medir ¿Qué pasa con el gobierno central? ¿A que pasa lo mismo? Nuestro problema es que no castigamos la corrupción ni a modo particular, véase el caso de Andalucía con el PSOE o bien de Valencia con PP. Un montón de adoctrinados los han votado creyendo que votaban a los más listos entre los tontos, resultan que han tenido a los más listos entre los corruptos.
Todo esto me lleva a preguntarme que si quitamos las autonomías, ¿Que dejamos para federar al país, las diputaciones? O solamente dejamos un estado central al mejor estilo de Hitler o de Franco, donde solo cabía una nación grande y libre. Si hacemos esto todos los países desarrollados me imagino que nos tomaran como un país en vías de desarrollo, o mejor dicho… en vías del subdesarrollo.
Otro REBUZNO del SUBNORMAL PROFUNDO DE SIEMPRE.
EliminarNo hables de tontos cuando tu eres de lo más tonto, Alfonsete.
Deja ya de molestar, ¡¡¡MAMARRACHO!!
Y por cierto, anda que no se nota tu demagogia, en otro blog has hecho un comentario en el que pones de ejemplo a Francia ¿y porque ahora no dices que Francia ni federalismo ni autonomias?, Francia es un país centralista pero esto te lo callas, MAJADERO.
Según tu, un país centralista es un pais "facha" y "subdesarrollado", pues que yo sepa Suecia, Dinamarca, Holanda y la mencionada Francia (de la que ahora, como no te conviene, no hablas), son países centralistas.
Si es que está claro, ERES TAN SUMAMENTE TONTO que hasta MINTIENDO Y MANIPULANDO LA CAGAS.
¡¡¡CANALLA, GILIPOLLAS, MAMARRACHO!!!
Pues aparte de lo que comenta ramrock las diputaciones son pecata minuta en comparación con el gasto que suponen las autonomías. Nuestro país se organiza territorialmente en provincias desde 1833 y es normal que exista una administración a ese nivel, aparte que los diputados que las conforman son concejales, es decir, las diputaciones no suponen más políticos a diferencia de los parlamentos autonómicos. Las autonomías suponen una doble duplicidad pues emulan el organigrama de la administración central y también el de las diputaciones a través de las delegaciones provinciales. Son un monstruo administrativo que necesita muchos recursos para sobrevivir, magnifican la burocracia, crean desigualdades entre ciudadanos y para colmo son una agencia de colocación para políticos y allegados.
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