Se que en este artículo no voy a ser políticamente correcto, se que voy a recibir muchas críticas por lo que voy a escribir pero, además de darme igual, creo que a las cosas hay que llamarlas siempre con su nombre y no andarse ni con buenismos, ni con medias tintas con casi nada en la vida. Cuando una persona comete un error, y en eso yo tengo experiencia puesto que he cometido muchos, lo mínimo que debe hacer una persona normal es pagar sus culpas y asumir las consecuencias de sus errores.
Ayer fue Blesa a declarar al juzgado por el asunto de las preferentes y fue zarandeado, insultado y, si no hubiera sido por la policía, no es difícil imaginar lo que habría sido de él. Y yo me pregunto, ¿que esperaba la gente de un banquero y de un banco? ¿Se esperaban una ONG o algo así? Dijo Blesa una frase muy dura, pero que tiene su parte de verdad, "ser jubilado no significa ser un ignorante financiero". Es evidente que en el asunto de las preferentes, cuando las personas eran informadas, los responsables de la entidad no decían toda la verdad, no informaban de todo a las personas que las estaban contratando, es evidente que el banco ofrecía un producto engañoso. Yo creo que todos los productos que ofrece un banco son engañosos, pero absolutamente todos, cuando se entra en un banco pidiendo algo lo primero que hay que pensar es: "a ver cuanto me clavan y a ver por donde me la cuelan", es una pena pero esto es así.
En el asunto de las preferentes hay un agravante más, y es muy evidente. El banco juega con la avaricia de la gente, todos somos avariciosos y quien diga lo contrario miente, en mayor o menor medida la avaricia es un defecto que padecemos todos. Cuando a una persona que tiene unos ahorros determinados se le ofrece un tipo de interés fuera de lo normal, sea como sea esa persona se le nubla el pensamiento, ya no piensa en más. Sólo piensa en el dineral que se va a llevar anualmente con ese interés que encima el banco, que no es tonto, llama preferente, "mi banco dice que me lo da porque soy un cliente preferente". Es cierto que habrá muchas personas con poca cultura y analfabetos que habrán caído en las garras de un director de sucursal con pocos principios, como en todo en esto también habrá excepciones. Pero lo que también es cierto es que la mayoría de los afectados no deben ser ni tontos ni analfabetos y sabían muy bien el dinero que podría representar un 8 o un 10% de interés anual sobre sus ahorros, estoy seguro que sabían que era muy superior al 3% que se daba habitualmente en otro tipo de productos no tan arriesgados como este.
Es evidente la mala praxis de los bancos, de eso no tengo la menor duda, los bancos no son santos de mi devoción para nada, es más, yo les considero hasta mis enemigos. Cuando entro en una oficina bancaria, que cada vez es menos, me mentalizo que entro en terreno enemigo y me preparo para cualquier tipo de sorpresa desagradable. Así deberíamos ir todos a un banco y no esperando que el banco nos vaya a regalar nada. Hace mucho tiempo que yo dejé de considerar amigo a alguien que me fuera a vender nada, puede ser más o menos amable, puede ser mejor o peor vendedor, más o menos simpático, pero nunca amigo mío. Hay mucha gente jubilada que ha caído en las preferentes que han acusado al banco de abusar de su confianza, eso es evidente, pero también es evidente que también es culpable quien lo permite. Como en todo en la vida la experiencia es un grado y la edad, si tiene algo bueno, es que te va dando experiencia.
En el asunto de las preferentes los bancos se han comportado como auténticos sinvergüenzas, pero, ¿que tal si nos miráramos todos un poco el ombligo?
Pues después de lo expuesto ,estoy de acuerdo contigo, aunque en temas así es el gobierno quien tiene que tomar cartas en el asunto y no dejar que ofertas de ese tipo lleguen a la calle ya que son engañosas....lo asemejo al timo del "toco mocho", donde la ambición de la gente hace que caiga en estos engaños......Pero de forma publica y legal, y de ahí vienen luego las quejas y los problemas.
ResponderEliminarHay que practicar más la autocritica. La fama que se nos atribuye a los españoles de poco productivos, de irnos a dormir a las tantas, junto con ser efectivamente uno de los países con menos lectores en toda Europa, refleja a la perfección la carencias culturales que nos afectan y cuyas consecuencias derivan desgraciadamente en casos como el de las preferentes.
ResponderEliminarPues la verdad ,que si en eso estoy de acuerdo ,pero cuando un familiar te lo está vendiendo como lo más de lomás ,eso para mi es abuso de confianza, aunque ya se sabe que nadie da duros a cuatro pesetas.
ResponderEliminarEs posible que tu familiar, tampoco supiese lo que te vendia.
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