Recuerdo perfectamente el día que me acompañó mi padre a la puerta del cuartel de Cuatro Vientos, en Madrid, para comenzar mi servicio militar. Ese era el día en que, por aquellos tiempos, se daba el gran salto, en el cuartel entraba un niño y de allí tenía que salir un hombre. Tenía dieciocho años y, como se dice vulgarmente, estaba acojonado. Eran muchos meses los que tenía que pasar allí y los veteranos te miraban al entrar con ganas de novatadas, por suerte yo no sufrí ninguna las cosas estaban cambiando en ese sentido. Aprendías un vocabulario nuevo, los reclutas, los abuelos, los bisa, la blanca y los chusqueros. A mi me gustaba el ejército y mi idea inicial era haberme quedado allí reenganchado, pero en cuanto vi a los chusqueros las ganas se me quitaron. Los chusqueros eran gente que se habían reenganchado después del servicio militar con intención de hacer carrera en el ejército. Era muy duro ser chusquero, las posibilidades de promoción eran pocas y tardabas muchos años en ir subiendo de categoría. Si ahora lo pienso fríamente con la madurez de los años que han pasado, el reengancharme, habría sido una buena forma de acabar siendo funcionario, oportunidad perdida.
La mili de los partidos políticos son las juventudes de esos partidos. Todos los partidos políticos tienen sus "juventudes", las del PP, las del PSOE, las del partido comunista, etc. Son un auténtico granero de chusqueros con ganas de llegar a algo dentro del partido. Hay mucha gente dentro de las juventudes que lleva tanto tiempo ahí estancada que parecen mis abuelos, en lugar de pertenecer a las juventudes parece que pertenecen a las senectudes. Su afán es subir y destacar como sea y hacer carrera. Ese debe ser el motivo por el que los miembros de las "juventudes" hagan y digan tantas tonterías.
Acaban de publicar un cartel desde las juventudes socialistas de Galicia contra la reforma del aborto de Gallardon en la que aparece un pene y unas tijeras y cuyo texto dice así: "Si tu cortas mi derecho a decidir, ¿corto yo el tuyo?". Este texto, que debe haberlo escrito algún joven Séneca socialista, dice muy poco de esa juventud a quien dicen representar, es más, por suerte en España no hay jóvenes tan tontos como esos.
Parece que hay una especie de mantra por el que un joven tiene que ser y hacer el imbécil y esto no es así. Esos miembros y miembras de las juventudes desde luego no representan a ningún joven español normal. Lo único que representan estos abuelos de las juventudes es un afán desmedido por destacar y por ascender. Parece que cuantas más tonterías digan o hagan más se van a fijar en ellos los responsables políticos de sus partidos. Viendo las redes sociales vemos que en España hay un gran número de gente con ideas originales y frases reivindicativas de uno u otro signo, que provocan la risa y la sorpresa por su gran imaginación. Viendo los carteles de las supuestas juventudes de los partidos nos damos cuenta que el recambio para la generación de políticos mediocres, que sufrimos ahora mismo, es aún más mediocre y poco válida.
Muy de acuerdo con todo, excepto con la primera parte. Yo soy un chusquero. Entré en el ejército con 17 años recién cumplidos. No me llevó mi papá, crucé España de norte a sur yo solito para presentarme en el cuartel. Transcurridos más de 40 años soy un Oficial en la Reserva. Yo y muchísimos compañeros más somos el ejemplo vivo de que se promociona el que pone todo su interés y esfuerzo en ello. Tal vez a ti te faltó interés... o visión de futuro.
ResponderEliminarTelmo, no lo malinterpretes, no pretendía meterme con la gente que os reenganchabais y, tienes razón, quizás me faltó eso que tú dices. Tengo muy buenos recuerdos de la mili, muy buenos, y estos recuerdos superan con creces a los malos momentos que también tuve.
EliminarMuy buena comparativa, y ciertamente estos recambio están casi viciados por no decir del todo y es una pena que no volarán libres, pero como bien sabes los que nos gobiernan quieren mantener su legado a base de perpetuarse y que mejor forma que la forjar a sus sucesores.
ResponderEliminarUn saludo.
Otro saludo para ti Pedro.
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