La basura del Disney Channel.

Creo que todos los padres estamos actualmente en la misma situación, es mucha la facilidad que tienen nuestros hijos para ver cosas que no deben pero es imposible que podamos filtrarlas todas. Si cogen el ordenador deberíamos pedirles que cada vez que cambien de pantalla nos enseñen lo que están viendo porque aunque las páginas que estén viendo parezcan prácticamente inofensivas, todas ocultan sus peligros. Soy un padre divorciado y hace tiempo que decidí que mis dos hijos mayores tuvieran móvil para poder tener un contacto más directo con ellos. En una ocasión descubrí que mi hijo había dado su número de  teléfono móvil porque en una página, de las supuéstamente inofensivas, se lo habían pedido para poder jugar a un juego infantil. En realidad se había apuntado a un servicio de mensajes que, de no haberlo anulado y denunciado, me habría supuesto un gasto de unos 40€ mensuales en mensajes.

Pero no es ahí donde acaban los problemas, los problemas llegan incluso de donde menos te los esperas. He estado sentado con mi hija de 8 años viendo otro canal supuéstamente inofensivo, el Disney Channel, y digo supuéstamente porque lo que vi era auténtica basura. Ya no entró en los mensajes masones que este canal nos lanza con mensajes subliminales colocados detrás de los protagonistas. Hablo de esa forma en la que este canal trata a nuestros hijos, que es, como auténticos imbéciles a los que hay que sacarles todo su dinero.

Sus protagonistas, guapos adolescentes que saben bailar, en realidad son unos guapos adolescentes que saben bailar y que además son unos auténticos retrasados mentales. Sus gestos, movimientos y expresiones son de auténticos imbéciles a los que, de tener delante y sin dudarlo yo les estaría dando collejas continuamente. Mi hija, como me imagino que harán casi todas las niñas y niños de su edad, les mira absolutamente embobada, su música es bonita para ella y los bailes la encantan, pero ella todavía no es lo suficientemente mayor para darse cuenta de la patochada que esta gentuza nos intenta vender.

Yo pienso que no todo lo pasado fue mejor, ni mucho menos, pero en este caso si. Nosotros veíamos poca televisión porque no había demasiada, pero la que veíamos era una televisión de auténticos programas infantiles y nuestros padres nos podían dejar delante de esos programas con total tranquilidad. Es fácil filtrar otro tipo de canales donde ya de antemano sabes que te puedes encontrar con sexo o violencia, pero este tipo de canales es mucho más difícil. No se como lo haré, pero a partir de ya la basura del Disney Channel no vuelve a entrar en mi casa.