A falta de ideas mejor tonterías.

Se pasan el día los políticos de los dos principales partidos de nuestro país recordándonos lo importante que es votar en las elecciones europeas. Frases tales como: "de lo que se habla en Europa depende nuestro futuro" forman parte del vocabulario utilizado para mentalizarnos que debemos ejercer nuestro derecho al voto el próximo día 25 de Mayo. Pero por lo que se ve son frases completamente vacías, frases que son ellos los primeros que acto seguido se ocupan de que pierdan todo su sentido. 

Durante los últimos días el señor Arias Cañete se ha pasado de frenada y ha dicho una frase completamente fuera de tono para justificar el mal debate realizado frente a la sra. Valenciano. Ni la voy a justificar ni la voy a dar el sentido que él mismo no consiguió dar a esa frase, simplemente considero la frase un error, de bulto, pero un error al fin y al cabo. El PSOE, que llevaba una campaña electoral sin dar una a derechas, se ha agarrado a la frase como un clavo ardiendo. Los calificativos hacia el sr. Arias Cañete han sido de lo más variopintos, estos han ido desde machista hasta cavernícola, ya ha encontrado un filón el PSOE para repetirlo hasta la saciedad de aquí a que acabe esta campaña.

No le voy a dar demasiadas vueltas al comentario del sr. Cañete que, para mi, no tiene la menor importancia, ni le voy a dar demasiadas vueltas al uso y al sentido que el PSOE le pretende dar al comentario. Lo que me voy a centrar es en el hecho lamentable de la absoluta falta de ideas de los dos partidos, tanto el PSOE como el PP, que con la que está cayendo en nuestro país y con los innumerables problemas que estamos padeciendo, parece que no tienen cosas mejores de las que hablar. ¿Será que no saben o que no quieren? Este tipo de discusiones, para mi completamente infantiles, me resultan ciertamente ofensivas para los que las escuchamos. Me da la sensación que los políticos tienen un concepto de nosotros, los ciudadanos, infinitamente peor que el que nosotros tenemos de ellos. Nos tratan como imbéciles y nos dan carnaza, como a los perros, para que entre unos y otros nos intentemos quitar el bocado a dentelladas mientras ellos observan el espectáculo tranquilos, fumándose un puro.

No es normal todo esto, no es normal que su nivel sea tan ínfimo y nosotros siquiera hablemos de ello como no sea para ver de que forma les pegamos a todos una sonora patada en el culo. No creo que sea bueno que prestemos atención a una exposición de ideas tan limitadas, si planteáramos a unos niños de un parvulario un tema político probablemente lo desarrollaran mejor que ellos, pero dudo mucho que los políticos no sepan, me da más bien la sensación que no quieren.