He asistido ayer al acto principal de la campaña electoral de VOX en Valladolid, además del coordinador del partido en Valladolid tomaron la palabra Ignacio Camuñas y Santiago Abascal. Las dudas iniciales que se me habían planteado en formar parte activa de este partido y darles mi voto ayer definitivamente quedaron resueltas. Ya había leído el manifiesto fundacional del partido y me convenció, pero después de escuchar las intervenciones de los oradores me di cuenta que esta era la opción política que más se ajustaba a mis ideas después de la terrible decepción que me había llevado con el PP que actualmente gobierna España.
Hay varias ideas para mi fundamentales:
- La unidad de España, esa debe ser una premisa básica, nada se puede hacer si lo primero que se pone en duda es la unidad de España. El mero hecho de discutirla ya es un paso atrás, hay que aplicar la ley con los separatistas, que se la saltan a la torera, y que están provocando una inestabilidad institucional y un sentimiento generalizado de rechazo y de odio que no puede llevar nunca a nada bueno.
- El estado de las autonomías es un estado que no podemos mantener, no nos lo podemos permitir y no sirve absolutamente para nada más que para dilapidar todos los años cantidades terribles de dinero que acabará endeudando hasta a nuestros tataranietos.
- Ese gigantesco estado provoca que la clase media española esté soportando unas cargas impositivas que no permiten consumir, a duras penas permite sobrevivir y, desde luego, incapacita la inversión privada, el emprendimiento y la creación de nuevos puestos de trabajo. Estamos ahogados por el estado, el propio estado es el que no está permitiendo salir a este país del agujero.
- La subvención a partidos políticos, sindicatos y patronales es totalmente inadmisible e insoportable.
- El asunto del aborto, la vida es el bien más preciado que todos tenemos. No se puede permitir que todos los años se impida el nacimiento de cientos de miles de niños y que todo eso se base, principalmente, en la libertad de elección de la madre con respecto a si su hijo debe vivir o no, esto es una aberración absoluta.
Por otro lado el temor que están intentando infundir los partidos mayoritarios ante nuevas opciones políticas, sobre todo si éstas son de derechas. Yo creo que es evidente para todo el mundo que las cosas tal y como están no funcionan. ¿Por qué no cambiar? ¿Por qué todo tiene que seguir siendo como hasta ahora? Es evidente que los grandes partidos no son parte de la solución, son parte del problema e incluso llegan a plantearse ahora, entre ellos, extraños pactos que sólo van a beneficiarles a ellos y cuyo planteamiento no es, desde luego, el bien de todos, el fin es simplemente su propio beneficio. Es hora de cambiar, es hora de dar un paso al frente. Si dejamos que las cosas sigan yendo como hasta ahora no sólo lo lamentaremos nosotros, lo lamentarán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.
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