Todos recordamos cuando a principios de año el Ministerio del Interior anunció una operación contra ETA antes de tiempo. El "preaviso" estuvo a punto de dar al traste con toda la operación aunque nunca sabremos cuantos delincuentes pudieron haber escapado por el "error" o cuantas pruebas se harían desaparecer. Al ministro del interior le toco salir a dar unas explicaciones que a mi, por lo menos, me parecieron bastante extrañas. Se habló de error humano, un error humano bastante curioso cuanto menos. El error costó el puesto al jefe de prensa del ministerio, también le habría tenido que costar el puesto al ministro y a gran parte, o a todo, su equipo.
La Guardia Civil, que no es tonta, siguió investigando el asunto y, tras conseguir el aval del fiscal, está investigando las llamadas de trece teléfonos móviles. Todo esto, y a ver si esta vez sirve para algo, está siendo investigado por la Audiencia Nacional. ¿Tenemos un nuevo caso Faisán? ¿Pagará alguien por ello o pasará como el chivatazo de la época de Rubalcaba y todos saldrán de rositas? Me temo que pasará lo mismo, esperemos acontecimientos.
El asunto de ETA en los últimos tiempos está pegando un giro tan extraño que resulta vomitivo. Los partidos pro-etarras en las instituciones, etarras en las calles y, lo que es más grave, ganando una imagen en las calles que me parece inexplicable para asesinos que han matado a casi 1.000 personas en España. Y todo esto aderezado con una cierta complicidad de los partidos políticos, antes enfrentados a ellos, y ahora en sospechosa sintonía y camaradería con quien hace sólo unos años querían aniquilarles.
A las victimas no se las tiene en cuenta y se las ningunea y se vela más por los derechos humanos de los asesinos que de sus victimas. Hay pactos extraños y ocultos que, probablemente, nunca llegaremos a saber, pero que todos nos imaginamos. Quienes tendrían que ser los primeros en ponerse frente a ellos ahora están a su lado. Ahora los ciudadanos nos hemos quedado solos haciéndoles frente con la ya rara colaboración de algún partido minoritario, o sin ni siquiera representación parlamentaria. Me imagino que no sabremos nunca los extraños pactos ocultos con los etarras, pero cada vez resulta más importante la reunión que el ex presidente Zapatero tuvo con el ministro del interior Fernández Díaz al poco tiempo de jurar el ministro su cargo.
Los misteriosos pactos PPSOE. España (españolitos de a pie) no necesita buscar enemigos fuera de sus fronteras, con buscar entre la basura... ¿o es clase política? es suficiente. Ascazo de gentuza!
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