Los ladrones hablan de pactos

La denominación de los días de la semana en España ha cambiado, ya no será la de siempre, a partir de ahora será necesario añadirle una coletilla a modo de pregunta. ¿A ver con que chorrada nueva me levanto el lunes? ¿Vamos a ver quien me roba el martes? ¿A ver quien me toma el pelo el miércoles? ¿Es probable que hoy jueves no tenga sorpresas? A partir del viernes ya son más difíciles las coletillas, los políticos españoles son tan gandules y tan holgazanes que son vagos hasta para robar y decir bobadas en fin de semana, tienen que descansar del descanso.

A los innumerables casos de corrupción que padecemos en España se ha sumado uno nuevo, el ya famoso capitaneado por Francisco Granados del PP y sacado a la luz hace tan sólo unos días. Se habla que la estafa ronda los 250 millones de euros, voy a empezar a hablar en pesetas a ver si así nos damos más cuenta, si cabe, de la cantidad de ladrones que rigen los destinos de este país. La "bromita" en pesetas asciende a más de cuarenta y un mil millones de pesetas, estos no paran, y después que hay crisis, si la nuestra porque ellos viven de cine.

Ante esta salvajada, la reacción del PP y PSOE ha sido también salvaje, es lo mínimo que se puede decir de ellos, que son unos salvajes, pero del descaro. Su ocurrencia es ponerse a hablar de pactos entre ellos contra la corrupción. Es decir, los ladrones pretenden reunirse para pactar, a ver si es posible, si nos asiste la gracia divina y dejan de robarnos. Pero, ¿es posible que estos miserables nos hablen de pactos del no robo? El no robar no se pacta, no hay que robar, sinvergüenzas, y punto. Ellos no, ellos lo tienen que pactar, los reyes de los ERE, de las cuentas en B, de los Gurtel, de los Bárcenas, de los Pepiños Blancos, nos hablan de pactar.

Enésimo robo, enésima tomadura de pelo, suma y sigue. Mientras tanto el presidente del gobierno, por llamarlo de alguna forma, va hoy y nos dice que los políticos no son peores que otras profesiones. Mira Mariano, que digas eso es para soltarte un guantazo y ponerte la cara del revés. No sólo lo permites si no que repartes porquería a tu alrededor. Te recuerdo que el resto de profesiones viven en su inmensa mayoría al filo de la ruina gracias a ti, y viven controlados por ti y por tus amigotes, los que roban, no tengas tanta cara, Mariano. Ocúpate de lo tuyo que tú ya empiezas a oler a chamusquina. Al paso que va la burra tanto tú, como tu contrario, si, el del Sálvame, vais a acabar salpicados por la porquería que os rodea, que es mucha, si no al tiempo.