La mano de Garzón es alargada

Pero para todo, el ex juez de la Audiencia Nacional es uno de esos extraños casos en los que un personaje, cuanto más cara y desvergüenza le echa a la vida, más alto llega. El autor del ya famoso "querido Emilio" para pedir dinero a Emilio Botín, no se le pone nada por delante. Ahora ha sido nombrado coordinador en asesoramiento internacional en derechos humanos por el gobierno argentino para promover la justicia universal con rango y salario de subsecretario de estado, más de 6.000 euros al mes cobrará el menda. Esto es lo que toda la vida se ha llamado un buscavidas y un trepa. 

A la morritos Kirchner, que todas estas cosas la deben poner cachonda perdida, no le ha entrado ninguna duda, Garzón es su hombre. Y a Garzón, que en cuanto ve pasta por delante, focos y cámaras, se pone berraco perdido, también lo ha debido tener claro, ahora va a vivir de los argentinos. Pobres argentinos, me dan pena, menudo pájaro que les hemos largado para allá.

La mano de Garzón ya ha empezado a notarse en Argentina. Una juez argentina, María Servini, ha solicitado la detención, a efectos de extradición, de varios ministros de la época de Franco acusándoles de crímenes del franquismo. Curioso que esto venga de un país que ha sufrido dictaduras con miles de muertos y desaparecidos, que hace años promulgó una ley de punto final para dar por cerradas las investigaciones contra los gobiernos dictatoriales que habían sufrido.

Dice el refrán que cuando el diablo no tiene nada que hacer mata moscas con el rabo, eso es lo que está pasando con Kirchner y con Garzón . La Kirchner lleva a Argentina al abismo, una vez más, y necesita disimular. Garzón es un jeta de toda la vida, vividor y ambicioso, que le gusta el dinero y la farándula más que a un tonto un lápiz y que sin este tipo de cosas no puede vivir. Como golpe de efecto no está mal chicos, ahora toda la izquierda aborregada española se ha puesto a cien, saben más de Martín Villa que nadie, en cuanto oyen algo que vaya contra Franco se ponen como un adolescente viendo porno, aunque ese algo venga de un país con una democracia bastante endeble. Un país, además, riquísimo y completamente esquilmado por sus políticos a lo largo de demasiados años. Cristina, Baltasar, a ver si disimuláis más, estando en Argentina se os ve el plumero hasta desde España.