Mariano está tranquilo, que suerte, yo no.

Luchó durante ocho años contra un fiera de la política, una fuerza de la naturaleza, una mente prodigiosa (Jose Luis Rodríguez Zapatero) para desbancarle de la presidencia del gobierno; repito, tardó ocho años. Consiguió llegar a la presidencia del gobierno porque Zapatero era tan sumamente tonto que los ya casi cincuenta millones de españoles consiguieron, al fin, darse cuenta de ello. Y España le votó, le encumbró con la idea que nos salvara del agujero en el que el de la ceja nos metió y que cumpliera sus promesas electorales.

Rajoy ha basado estos cuatro años en dos cosas fundamentales:

La economía, a costa de subir los impuestos de una forma alocada a todos los españoles aún incumpliendo sus promesas electorales.

Satisfacer a la izquierda antes que a sus propios votantes gobernando en función a lo que los partido más radicales e izquierdosos le demandaban continuamente. Es decir, ha gobernado con complejos, el principal complejo es no reconocer abiertamente que tanto el PP, como en teoría él, son de derechas. Pasó de ser el Partido Popular a ser el Partido Popular Socialista.

Pues bien Mariano, todo eso se paga y se paga en las urnas. Ya, ya se que si fueras de izquierdas ellos te lo admitirían todo, pero los de derechas no somos así; nos gusta que se cumplan las promesas, nos gusta que se mantengan una serie de principios básicos, que le vamos a hacer, somos así de raritos. Somos exigentes a la hora de dar nuestro voto y si el personaje a quien se vota no cumple se le retira el voto; un líder de derechas no pierde unas elecciones por el contrincante de izquierdas, las pierde por sus propios electores. 

Ahora resulta que por fin Mariano ha hablado para los periodistas y ha admitido preguntas para explicar la debacle electoral. Sorprendentemente reconoce el desastre pero, al contrario de lo que podría dictar una mente normal dice "estar muy cómodo y tranquilo", vaya que no se va. Esto es, el propio líder de la derecha española pone en bandeja de plata el gobierno de España al nuevo Frente Popular. Marino, tú estarás muy tranquilo, pero yo no. Yo, al contrario que tú, quiero a mi país y quiero lo mejor para él, lo mejor para España no es la inútil y vengativa izquierda española. Evidentemente tú no quieres a España, sólo te quieres a ti mismo y tu propio bienestar. 

Espero que los dirigentes y militantes del Partido Popular empiecen ya a despertar y dejen de tratarle como un semi-Dios que todo lo hace bien; evidentemente ese no es el caso de Rajoy. Esperemos que los dirigentes del PP acumulen un poco de valor que tanta falta les hace (ahora que se han quedado sin sillones es más fácil) y le peguen una sonora patada en el culo a un personaje mentiroso, traidor y cobarde como este. Los votantes del PP de toda la vida, los votantes de derechas no nos merecemos una persona como tú, Mariano Rajoy.

Vete ya, ya estás tardando.