Montoro, que sólo beneficies a los grandes defraudadores no es ni legal, ni ético.

 Partamos de una premisa que es una realidad casi absoluta y que hay un gran dicho español que lo define muy bien, perro no come perro. Ayer, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional la famosa amnistía fiscal decretada por Montoro, al poco tiempo que el PP tomara las riendas del gobierno en la primera legislatura de Rajoy. Y es que esa medida nos sorprendió a todos en un primer momento y yo reconozco que a mi, hasta conocer los detalles de la misma, me pareció bien.


Me pareció bien porque la crisis se había llevado por delante, y se sigue llevando, a muchos autónomos y pequeñas empresas y yo, inocente de mi, pensaba que esa era una medida que se tomaba precisamente por ellos, para que pudieran recuperar sus vidas, administrativamente hablando. Pero no, una vez me enteré de todos los detalles de la misma me di cuenta que de autónomos y pequeñas empresas nada, me di cuenta que era una medida para beneficiar a amigotes y colegas, como siempre.

Le hacienda pública española no es un instrumento recaudatorio solamente, es un instrumento de persecución y derribo al ciudadano normal y corriente. Todos los que se acogieron a esa amnistía fiscal siguen yendo tan campantes por sus vidas, mientras que los otros, los pequeños, siguen intentando recuperar la suya por la persecución a la que son sometidos.


Lo que sí tiene verdadera guasa es que la denuncia ante el Constitucional la hiciera el PSOE, que tomó una medida idéntica en gobiernos anteriores, es casi hasta de chiste. Con esto nos damos cuenta que en este estado socialista y recaudador, gobierne quien gobierne, el asunto impositivo no va a cambiar nunca. Esquilmar y chupar hasta la última sangre del contribuyente normal puede arruinar a la gente, pero de no hacerlo así, ¿de qué iban a vivir todos estos como viven?