¿En manos de quién estamos?

Son ya demasiadas las bombas incendiarias que nos están tirando a todos los ciudadanos españoles en tan poco tiempo. Son demasiadas las humillaciones que estamos sufriendo por parte de nuestra casta política. Los desmanes, los agravios, los robos, las injusticias, todo en uno y con unos pocos días de diferencia entre unos y otros. Pero, además, esto viene acumulándose desde hace ya unos años y a diario. ¿Hasta donde llega la paciencia de la gente? Si esa pregunta se la hiciéramos a cualquiera de los dos últimos presidentes de Gobierno la respuesta sería: "La paciencia del ciudadano es ilimitada, hacemos lo que nos da la gana".

Empezó todo un 11 de Marzo de 2004, yo estoy convencido, con casi 200 muertos y con unos responsables que no han sido ni siquiera juzgados. Cuando a principios de Marzo de 2004 apareció la noticia de la detención de dos etarras que conducían una furgoneta cargada de explosivos, todos nos sobrecogimos, pero rápidamente todos los políticos se ocuparon que intentáramos olvidar esa noticia: http://www.elmundo.es/elmundo/2004/02/29/espana/1078054083.html

Mucha casualidad, ¿no?, que fuera detenida una furgoneta que se dirigía a Madrid con semejante cargamento y después se produjeran los desgraciados atentados del 11 de Marzo, es demasiada casualidad. ¿Se habían puesto todos los grupos terroristas de acuerdo para hacer lo mismo en el mismo sitio y en el mismo día?

A partir de ahí pierde el poder el único partido que había conseguido asfixiar a ETA, los únicos que habían conseguido que perdieran la batalla y llega el principio del fin, llega José Luis Rodríguez Zapatero. Este infame, este ser abyecto, este incompetente, llega con la asquerosa tarea de ponerlo todo del revés, de pagar la ayuda prestada, de devolver el crédito pagando los menores intereses posibles y en un corto espacio de tiempo. Aprovecha la extraordinaria situación económica heredada en la que todos nos preocupábamos más de vivir bien que de lo que estuviera haciendo el indecente Zapatero a nuestras espaldas. Aprovecha Zapatero nuestro despiste, aprovecha el pan y el circo para comenzar la traición a su país. 

En la lucha contra ETA destroza todo lo hecho por el anterior gobierno y empieza a diseñar su hoja de ruta, la hoja de ruta de la rendición de todos los españoles ante la banda terrorista. ¿Por qué si ETA estaba en las últimas tiene que hacer eso? ¿Que les debías tú Zapatero? ¿Quizás tuvieras que agradecerles tu investidura? Por unas razones o por otras cambia el discurso, negocia abiertamente con los terroristas, les declara hombres de paz. No ceja en su empeño de rendición a pesar que ETA siguió matando. Ya estábamos empezando a ser vendidos.

Pero he aquí que llega al gobierno, tras los años de zozobra de Zapatero, Mariano Rajoy. Todos esperábamos ese soplo de aire fresco que España necesitaba. Todos esperábamos que pusiera las cosas en su sitio en cuanto a la cesión ante el chantaje etarra. Esperábamos que rompiera todos los acuerdos de Zapatero con el terrorismo. Pero no, Mariano no está para esas cosas, ni para esas ni para otras muchas que esperábamos todos de el. El señor Rajoy continúa con el plan diseñado por aquel imbécil, sigue claudicando ante los etarras y está haciendo efectivo todos los pagos a los que el señor Zapatero se comprometió.

 

Y estamos llegando al punto definitivo, al resultado final, al pago de las últimas mensualidades. Empezaron con pocos y el pasado día ocho de Noviembre ya soltaron a nueve etarras asesinos de golpe. Les dieron la libertad y les pusieron en nuestras calles. La humillación llega a las víctimas y el champán a las herriko tabernas.

Humillación, angustia, tristeza, eso les da igual a estos desgraciados. Lo que les importa es mantener su sillón caliente y no perderlo. El primer día que cualquier asesino o violador cometa un delito tendrá un responsable, que será el propio delincuente, pero tendrá dos grandes cómplices que serán Jose Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy Brey.